SUPONGAMOS QUE DIOS EXISTE...
Por Máximo Kinast
Para escribir este artículo es necesario, imprescindible, aceptar como hipótesis de trabajo la existencia de DIOS.
Será difícil ponernos de acuerdo en definir el concepto de DIOS. Supongamos que estamos de acuerdo en algunas ideas. Por ejemplo, estamos hablando de un Ser Superior, bueno del Único y Más Superior de todos los seres. Por supuesto no tiene dimensiones, en el sentido humano, ni principio, ni final. Siendo asi, podemos decir que es mayor que el Universo (que es su creación, Big Bang o Creación Continua o la teoría que sea incluida). Podemos suponerlo infinitamente inteligente, infinitamente sabio, infinitamente bueno y podemos seguir así, con muchos infinitamente, porque todos los atributos son suyos. DIOS es tan grande, que por hacernos una idea, el abismo entre la inteligencia de DIOS comparada con la de un ser humano es enormemente mayor que la brecha que puede haber entre la inteligencia de un mosquito y la de Einstein. Por algo es el Creador de Todo. Vamos a suponer que estamos de acuerdo en estos atributos de DIOS, sin ánimo de limitarlo, sino sólo con la intención de darnos una idea de su grandeza, o mejor decir de su Enormidad.
Entonces empiezo mi historia, o mi cuento o narración breve de un hecho que presencié un día. Un hecho trivial que tuvo la virtud de hacerme pensar. Habitualmente vemos las cosas bajo el imperio de ’la percepción acostumbrada’(*) y aceptamos los hechos cotidianos, casi sin registrarlos en el cerebro; pero esa mañana puse atención a lo que veía. Y lo que veía y escuchaba era un hombre, mal vestido, más bien pobre, con una bocina de latón en sus manos a través de la cual gritaba: "El Reino de DIOS esta cerca..." y entre otras cosas de ese estilo decía a gritos: "Pecadores, les traigo la palabra de DIOS".
Y entonces pensé: ¡Que pequeño, que poca cosa ha de ser ese Dios, si necesita como intermediaro de Su Palabra a una persona como esa! Y en medio de mi pensamiento me vino otro: ¡Pero si hasta necesita una bocina de latón para que Su Palabra llegue a nosotros! Por supuesto que me reí. Me pareció ridículo un Dios que necesita un intermediario, un vocero con una bocina de latón. Un Dios así, pensé, no puede ser muy grande, ni muy importante. Es un Dios ridículo, con importantes limitaciones, por tanto no es un DIOS. Supongo que si DIOS (el que hemos bosquejado más arriba) necesitara hacernos llegar su voz, podría hablar directamente a toda la Humanidad, sin necesidad de teléfonos celulares o bocinas de latón.
Bueno, Máximo, me dirás amable lectora o amable lector, tu anécdota no prueba nada. Por supuesto que un intermediario humilde, con una bocina, no parece el medio más adecuado para traernos la palabra de DIOS, y eso no significa que DIOS sea pequeño, o que no exista. puede haber sido hasta un enfermo mental que se atribuye una representación que no tiene, o bien, los Caminos de Dios son insondables...
Es verdad, tienes razón, amable lectora o amable lector. Salvo un detalle que me queda como duda. Si la inteligencia y la capacidad de DIOS es inconmesurable, es tan infinitamente grande, capaz de crear el Universo con millones de millones de galaxias y estrellas... ¿Para qué necesita un intermediario? ¿No es igual, desde Su Altísima Perspectiva el hombre de la bocina que el Pope, el Ayatolah o el Papa? No me puedo imaginar que se aburra. Sonaría absurdo. ¿Cómo es posible que haya hecho una Creación tan torpe, donde millones de niños (que no tienen nada de responsabilidad ni de culpa) mueran de hambre cada año? ¿Cómo es posible que haya miles de representantes suyos, con una característica común: todos son inmensamente ricos? ¿Necesita realmente de intermediarios para comunicarse con nosotros? ¿Es un intermediario válido un Papa Nazi, un obispo pederasta o un ayatolah fundamentalista? ¿Prefiere DIOS el incienso, la mirra o el oro? Bueno, esta pregunta es fácil. Todos sus intermediarios se inclinan por el oro.
Y ahora termino. Hemos fabricado una torpe imagen de un ser que no existe y le hemos llamado DIOS y hemos usado su nombre para explotar a los más pobres y a los más crédulos. ¿Una torpe Imagen? Claro que sí. Si no crees, intenta conversar con un amigo de tu misma religión, a ver si se ponen de acuerdo sobre los atributos de DIOS. A ver si le dan el don de la ubicuidad y lo ubican en la mesa del patrón, como dice esa canción de Violeta Parra. Porque con los pobres, los que mueren de hambre, es seguro que no está.
¿Necesito decirte algo más para explicarte mi ateismo? Si no estas de acuerdo, por favor, deja tu comentario.
* Para ’La Percepción Acostumbrada’ visita http://recorta.com/e6883c
Mas sobre ateismo: http://Cyberateos.blogia.com
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