Patrick Wall, abogado de víctimas de abusos en EEUU:
“Pronto veremos a los obispos en las cárceles”
POR PÍA TORRES
Durante casi diez años fue sacerdote de la orden de los benedictinos. Pero su trabajo no era sólo dar misas o leer el evangelio, sino más bien reemplazar a los curas pédofilos que eran reubicados en otras iglesias. Ahí se dio cuenta que los abusos sexuales no eran casos aislados en la Iglesia, sino que un mal que estaba expandido. Cuando renunció a su votos, estudió Derecho y prometió dedicarse a proteger a las víctimas. Hoy día es uno de los abogados norteamericanos más exitosos en la materia, ha defendido a más de mil víctimas de los curas y ganado varios casos. En conversación con The Clinic, Wall se refiere a la culpabilidad de Benedicto XVII -”es cómplice de criminales”, dice- y también a los métodos que tiene la Iglesia para intentar cubrir a los pederastas.
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Hace poco el Papa pidió perdón a las víctimas de abusos sexuales del clero, ¿qué le parecieron las disculpas?
Creo que es superficial y que sólo las dijo para que los medios de comunicación dejaran de investigar. Puede pedir disculpas y pedirle disculpas a Dios también, pero no es suficiente. Porque pedir disculpas no es lo mismo que hacer justicia y eso es lo que no ha pasado. No se ha hecho justicia y por muchas disculpas que se empiecen a pedir desde ahora, no cambia el hecho que aún no se hace justicia y los curas abusadores siguen predicando. No ha habido justicia para los miles de niños abusados. Pueden pedir todas las disculpas del mundo pero antes debieran proteger a las víctimas y ejercer justicia sobre sus victimarios.
De hecho, muchos de los curas abusadores siguen en sus cargos, siguen predicando.
Sí, porque son protegidos por la Iglesia Católica. Sobre todo los más viejos, esos sacerdotes que abusaron de niños hace veinte o más años. Los dejan retirarse con todos los honores y les cubren sus atrocidades. Es terrible, porque eso no es lo que los cristianos debieran hacer. Lo que el Vaticano está haciendo es completamente opuesto a lo que dice la Biblia, ni siquiera está buscando justicia.
¿Qué es lo que hace entonces?
Cubrir los casos de abuso sexual. Este tipo de problema ha sucedido por siglos y siglos. No es algo nuevo y todos en el Vaticano lo saben, lo saben desde el siglo IV, porque desde esa época existen documentos que hablan sobre cómo cubrir y tratar a los pederastas dentro de la misma Iglesia.
¿Los Papas tienen responsabilidad en los casos de abusos sexuales?
Sí, pero principalmente este Papa, Benedicto XVI.
¿Por qué?
Porque ha estado en contacto y también investigando casos desde principios de los noventa, cuando era el encargado de la Doctrina para la Fe. Él conocía casos que sucedían en todo el mundo y lo que él tenía que hacer era esconderlos. En ese tiempo, Ratzinger ya tenía el poder de detener cientos de casos, entregar a los sacerdotes pederastas y proteger a las víctimas, pero nunca lo hizo. Al contrario se preocupó más por proteger a los victimarios.
¿Qué opina de Benedicto XVI?
Que es negligente por no proteger a las víctimas de abusos sexuales. Es cómplice de criminales y como tal debiera ser investigado.
EL CELIBATO DE BENEDICTO
¿Por qué a la Iglesia le importa tanto proteger su imagen, en vez de proteger a las víctimas?
Porque para la Iglesia los sacerdotes son más importantes que los niños abusados. Lo que hace la Iglesia es proteger su buen nombre, pero esto sólo es la punta del iceberg. Y el iceberg son todos los secretos sexuales que existen en la Iglesia.
¿Cómo es eso?
La gente sabe que la mayoría de los sacerdotes y arzobispos no son realmente célibes y eso la Iglesia lo sabe y lo permite. Son unos hipócritas, pero lo que es peor es que muchos de ellos son pederastas y muchos sacerdotes y obispos tienen claros quiénes son los abusadores, pero no hacen nada, porque la Iglesia les dice que no hagan nada.
¿El Papa?
Como el mismo Papa, que mantiene su silencio.
¿Benedicto XVI sigue siendo célibe?
No sólo eso, creo que se comenzarán a dilucidar varias cosas. Vamos a comenzar una investigación sobre la vida personal del Papa donde se conocerán muchos detalles y no nos sorprendamos cuando nos enteremos que no es célibe. La mayoría de los sacerdotes, obispos y cardenales no lo son, y él fue todas esas cosas.
¿Tiene alguna prueba?
Sólo puedo decir que esa investigación nos puede traer sorpresas.
¿Por qué el celibato sigue siendo un tema tan importante para la Iglesia?
Porque para la Iglesia sería muy costoso mantener a un cura y su familia. Tendrían que gastar mucho más dinero en alimentarlos, vestirlos, etc. Pero además tendrían menos poder sobre los curas, porque las decisiones serían consultadas con la familia y podrían empezar a cuestionar ciertos métodos.
Entonces se trata principalmente de dinero y poder…
Sí, de mucho dinero y de mucho poder. Si no estuvieran interesados en tener dinero y acumular millones, entonces nadie vería gigantes iglesias que parecen más palacios que capillas.
Ni mucho menos sacerdotes con secretarios, choferes, etc.
Exacto, si no estuvieran tan interesados en el poder y en el dinero no debiéramos ver ese tipo de cosas o las casas de los sacerdotes con jacuzzi, con tantas comodidades. Lo que deberíamos ver de la Iglesia son refugios para los indigentes, bancos de comidas para los pobres, escuelas para los pobres y no para los ricos. Es que sus prioridades han cambiado. Están más preocupados de tener cosas para ellos, que tener cosas para ayudar a la gente que lo necesita. Viven como estrellas de cine, sobre todo los cardenales.
¿Cómo se sienten las víctimas con todas estas cosas?
Sienten que la Iglesia les ha dado la espalda, que los sacerdotes, obispos y arzobispos son unos hipócritas. Y sienten pena porque las autoridades civiles tienen miedo de procesar a cualquier miembro de la Iglesia por lo que ven dificil que todos, absolutamente todos los culpables sean encarcelados.
“LA SOLUCIÓN GEOGRÁFICA”
¿Por qué ahora están siendo cada vez más públicos los casos, por qué no antes?
La Iglesia ha estado en litigios por más de veinticinco años y recién ahora se están dando a conocer estos documentos. La gente a mediados de los ochenta empezó a hablar porque no sólo tenía que decir la verdad, sino que también porque empezaron a cuestionar la autoridad de los sacerdotes. Ya no eran estos religiosos intachables, algunos de ellos eran incluso criminales que abusaban de niños. Coincidió en que se dieron a conocer muchos documentos que la Iglesia manejaba sobre acusaciones de años anteriores. Eso provocó que otras víctimas también quisieran contar la verdad.
¿Cómo cree que la Iglesia maneja este tipo de escándalos?
Pésimo, no los maneja, los esconde. Lo primero que la Iglesia tiene que hacer es abrir sus archivos para que la gente se entere de la verdad. Porque si eres una persona de fe, no le tendrás miedo a la verdad. “La verdad nos hará libres”.
Pero no creo que la Iglesia vaya hacer eso…
Yo tampoco y ¿sabes por qué? Porque la verdad es tan horrible que asustaría a cualquiera.
¿A qué se refiere con horrible?
De aquí a fines de junio creo que vamos a saber de más casos que involucran a obispos y cardenales. y creo que pronto comenzaremos a ver a los obispos en las cárceles pagando por sus crímenes. Esta es solo la superficie.
¿El Vaticano tiene una política sobre cómo tratar un potencial escandalo de abuso sexual?
Sí, desde 1741 existe una política para cualquier caso de abuso sexual alrededor del mundo. Los obispos debían investigar la denuncia, pero nunca hacerla pública. Nunca ir a las autoridades, debían mantener todo en secreto además de proteger al acusado y mitigar los problemas causados.
Pareciera ser que la fórmula para tratar un potencial escándalo es cambiar al acusado de parroquia, incluso de ciudad. Y si las acusaciones continúan, lo mandan un tiempo a estudiar al Vaticano. Meses u años después, ese sacerdote vuelve y retoma sus labores en un área distinta a la anterior y mucho menos pública.
Eso es correcto, es exactamente lo que pasa. Nosotros lo llamamos “la solución geográfica” y hasta hoy es como se silencian muchos de los casos. El mismo Ratzinger llevó a cabo ese modus operandi con Peter Hoosterman a principios de los setenta en Munich cuando Ratzinger todavía era arzobispo. Ahora todos los obispos hacen lo mismo, se ha convertido en una especie de política.
¿Existen otro tipo de métodos creados por la Iglesia para esconder los abusos sexuales?
No que yo sepa, pero sé que tienen diferentes facilidades con los acusados. En 1947 se creó la orden religiosa de “Siervos del Paracleto”, específicamente para tratar a los sacerdotes con problemas mentales, incluidos aquellos que eran abusadores sexuales. Tradicionalmente la Iglesia mandaba a estos sacerdotes a algun monasterio, los alejaban de la ciudad. Pero después crearon esta congregación.
Crimen Sollicitationes era una instrucción aprobada por el Papa Juan XXIII que decía cómo proceder en caso de un abuso sexual cometido por un cura. En el 2000 Juan Pablo II firmó el Sacramentorum Sanctitatis Tutela, otra instrucción que parecía apuntar a lo mismo. ¿De qué se tratan y cuál es la diferencia entre esas dos?
Ambas son instrucciones que le dicen a los arzobipos la política que tienen que seguir cuando se encuentren en frente de un caso de pedofilia. Entre ambas instrucciones la única diferencia es que la Sacramentorum Sanctitatis Tucela le da más poder a Roma. Ahora Roma sabe cada caso de abuso sexual cometido por un sacerdote, alrededor de todo el mundo.
¿Y cómo es el procedimiento?
Un obispo o arzobispo cuando conoce una de estas acusaciones comienza una investigación sobre el caso. No llaman a la policía, ni lo acusan en los tribunales, al contrario realizan toda la investigación sigilosamente para luego enviar la información a Roma, a la Doctrina para la Fe. Son ellos los que toman la determinación sobre qué pasos hay que seguir. Por eso Ratzinger estaba tan al tanto de los miles de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Y no hizo nada.
¿Por qué tanto secretismo?
Por el poder que tiene que proteger y también porque la verdadera situación es horrenda. La mayoría de los estudios que se han realizado en los últimos veinte años revelan que entre el 6 y el 12% de los sacerdotes al menos alguna vez en su vida han abusado de algún niño o niña. Y eso significa que cualquier católico que ha asistido a misa ha conocido al menos a algún cura pedófilo en su vida. Esas cifras asustan a cualquiera y si se conociera la verdad no sólo se perderían muchos sacerdotes, sino que también muchos feligreses y por lo tanto se terminaría perdiendo poder sobre la gente.
¿Cree que la Iglesia ve estos casos de abusos sexuales sólo como pecados y no como crímenes?
No, ellos saben que los curas abusadores son unos criminales y que pedir perdón y confesarse no es suficiente. El problema sucede que, pese a eso, nadie denuncia nada. La Iglesia es una monarquía, dirigida por una persona. Lo que esa persona piensa es lo que importa, el Papa es el rey. Y en una institución así, el resto de los sacerdotes siempre hacen lo que rey les dice. El rey puede estar equivocado pero igual hacen lo que él dice. Una vez que estás en la Iglesia, renuncias a tu propia conciencia para protegerla. La conciencia de lo que es bueno y es malo es menos importante que las órdenes del Papa, es terrible, pero así es.
¿Qué va a pasar ahora con las denuncias?
A fines de junio creo que más obispos van a renunciar por su participación en abusos sexuales. Y si el Papa actúa como debiera, debiera llamar a un “Consejo Ecuménico” y tener una reunión con los cardenales para discutir esto. Pero no creo que pase, no le tengo mucha fe a este Papa, porque durante años investigó los casos de abusos sexuales y no hizo nada. Nada.
Ha trabajado con centenares de víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. ¿Cuál ha sido la que más lo ha impactado?
En Alaska hubo un sacerdote que se llamaba James Poole y su caso de abuso cambió completamente mi visión. Se trataba de una niña de catorce años muy pobre y con tanta hambre que comenzó a morderse y hacerse daño sólo para que la llevaran al hospital y le dieran de comer. Una vez en el hospital y después de alimentarla, los médicos llamaron a un cura para que la ayudara a ella y a su pobre familia. Lo que hizo James Poole fue abusar de ella, violarla y además embarazarla. Después le dijo que la ayudaría a conseguir un aborto, como no pudo lograr que eso pasara, convenció a la niña de que le dijera a la policía que su padre era el que abusaba de ella y que él era el padre del niño que estaba esperando. El papá de la niña de catorce años estuvo preso por un delito que no cometió. Recién ahora se está trabajando en enjuiciar a ese cura. El problema es que la Iglesia sabía que este sacerdote era pedófilo desde 1970 y no hizo nada, al contrario lo mantuvo trabajando con niños. Es un animal.
Me imagino que deben tener una especie de ranking con los peores curas pedófilos…
Es dificil hacer ese tipo de cosas, pero si me preguntas por los 2 más terribles en Estados Unidos tendría que decir que uno es Gilbert Gauthe y Oliver O’Grady. Este último es el Hannibal Lecter de los curas. Es verdaderamente un animal.
Llegó a violar a una guagua de nueve meses.
Así es. La Iglesia lo convirtió en un animal, porque una cosa es que sea un pederasta, pero otra cosa es dejar que abuse de niños inocentes. Si uno habla con O’Grady por más de quince minutos inmediatamente te das cuenta de que pasa algo malo con él. Los obispos y arzobispos sabían que era un pederasta, pero no hicieron nada. Ahora esos arzobipos se van a jubilar de sus cargos con honores, como si lo hubieran hecho bien en su trabajo y no lo hicieron. Dejaron que un criminal cometiera sus crimenes, ellos también deberían ir presos.
Fuente: The Clinic (Chile). Mayo de 2010
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