EL OSCURANTISMO NO AYUDA A LA FE
La Columna del Director | 03-02-2011 | Juan Carlos Tafur
http://diario16.com.pe/columnista/1/juan-carlos-tafur/371/el-oscurantismo-no-ayuda-a-la-fe
No nos alegramos del escándalo que remece en estos momentos al Sodalitium Christianae Vitae, un movimiento católico conservador surgido en el Perú. De hecho, el trago más amargo es el que internamente han debido pasar al admitir que su figura más emblemática, incluido en un proceso de beatificación ante el Vaticano, haya sido retirado del mismo aceptando que había pruebas contundentes de que su conducta personal estaba reñida con su propia prédica e, inclusive, con la propia ética social.
Haber procedido de esa manera revela un afán de expiación y de enmienda institucional que debe ser justamente ponderada. Entendemos también que la histórica vocación hermética del catolicismo los haya llevado a guardar bajo siete llaves el lamentable suceso.
Pero creemos que lo mejor hubiese sido que no se esperase a que el tema apareciera en los medios para que se pronunciasen públicamente al respecto. No debió esperarse a que diario16 revelara el tema para recién emitir un comunicado al respecto.
Los escándalos de pedofilia que sacudieron hace años a la Iglesia Católica norteamericana produjeron su mayor daño, no porque hubiesen ocurrido, sino porque ha sido la prensa la que lo diera a conocer y que la jerarquía lo haya hecho solo después del escándalo, y aún así, a regañadientes.
Sobre todo, porque estamos frente a hechos delictivos cuyo alcance excede las cuatro paredes de un convento. Y han sido hechos que no fueron descubiertos de improviso por las autoridades del movimiento citado. Ya lo sabían y habían tratado de ocultarlo, reparando el daño a los afectados y creyendo que así el tema iba a pasar desapercibido, sin afectar la imagen institucional.
La psicología de cenáculo, de grupo cerrado y de clausura, no le hace bien ni al Sodalitium ni al catolicismo en general. Nadie les pide que abandonen su legítimo intento de rescatar lo que ellos consideran las raíces fundamentales del catolicismo. No es dable exigirle ello a grupos como el Sodalitium o el Opus Dei, los de mayor arraigo en el Perú.
Lo que sí les puede y debe exigir la ciudadanía, no solo la feligresía que los sigue, es que entiendan que sus vicios privados deben ser expuestos. El pecado –para hablar en términos católicos- no halla atenuante en su ocultamiento. La conducta incorrecta de su ex Vicario no era un secreto de confesión. Era saludable denunciarlo abierta y públicamente desde el mismo momento en que se supo. Solo se puede separar la paja del trigo si lo pueden hacer todos, no un grupo consultor interno. Por su bien institucional y por el del credo que practican. Que sirva eso de enseñanza a un movimiento que integran muchos hombres de bien, de cuya integridad y vocación auténtica podemos dar testimonio personal.
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