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POR SUS ACTOS LOS CONOCEREIS

La naturaleza de la organización
Eduardo Dargent

 

 
En Febrero de este año Diario16 reveló que el Sodalitium interrumpió el proceso de canonización de German Doig, mano derecha de su fundador Luis Fernando Figari, por “gravísimas acusaciones” en su contra. El grupo confirmó en un escueto comunicado que Doig habría tenido relaciones sexuales con tres jóvenes bajo su dirección espiritual. En ese momento señalé que “sería injusto con la mayoría de sodálites utilizar el escándalo para hacer generalizaciones sobre abusos sexuales en la organización. Pero sí creo que es necesario ir más allá del escándalo y discutir de qué manera la naturaleza de la organización pudo contribuir a que Doig cometiera sus actos impunemente”.

 

Los sodálites optaron, sin embargo, por no tomar ningún tipo de autocrítica de cara a la sociedad. Se trató a German Doig como una oveja descarriada, se mantuvo a Figari fuera de los reflectores, y no se habló más del asunto.

 

El lunes (22.8.11) Diario 16 presentó información sobre un supuesto proceso iniciado contra Figari por similares abusos contra un adolescente. La víctima, hoy adulto, habría llevado el caso ante las autoridades eclesiásticas. El Sodalitium ha respondido cerrando filas: consultado al respecto, Figari lo ha negado todo, por lo que evalúan iniciar acciones legales contra el diario.

 

Sin duda los sodálites están en su derecho de rechazar con firmeza la denuncia. Pero creo que deberían ser más prudentes y reflexionar sobre el costo de una estrategia confrontacional mirando otros casos similares.

 

Los recientes escándalos sexuales que ha sufrido la Iglesia Católica muestran un patrón recurrente: denuncia, negación indignada, nuevas denuncias cargadas de detalles y, finalmente, reconocimiento. El resultado: un enorme desprestigio.
 
Hoy, el grupo deja muchas dudas. Las preguntas que abrió el tema Doig siguen vigentes. Si era la mano derecha de Figari, ¿podía el líder desconocer lo que ocurría? ¿Los otros líderes tampoco sabían nada? ¿No hay acaso otros eventos que se debieron investigar más a fondo? La nueva denuncia fortalece estas dudas.

 

Entonces, una forma diferente de enfrentar el tema sería invitar públicamente a quienes tengan algo que decir para que lo hagan. Si no existen víctimas, pues todo bien, y queda demostrado que Doig actuó solo. Pero si  hay más casos, una acción preventiva permitiría salvar en algo su legitimidad. Porque si optan por la confrontación y el silencio, y luego se descubren más casos, quedará la idea de que todos, sin distinción, fueron cómplices de encubrir hechos aberrantes. Que toda la obra de la organización se construyó sobre una mentira. Nunca más preciso: por sus actos los conoceréis.

 

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