HOMENAJE A UN CURA HONESTO

Queridos todos, quiero enviaros este mensaje, porque don Sergio Mendez Arceo, fue, por encima de las creencia de cada uno de nosotros, los que llegamos a México exiliados, un inmenso apoyo tanto en lo personal, como el apoyo político que necesitábamos en aquellos tan duros momentos.

El fue un ejemplo de solidaridad hacia el que lo necesitaba, por encima de diferencias religiosas, todos fuimos tratados con la misma solidaridad, y su iglesia siempre abierta para nosotros, allí hicimos huelgas de hambre, reuniones de todo tipo, etc.

Esto le valió que no fue invitado cuando vino el Papa de visita a México, siendo entonces arzobispo, no fue invitado a Puebla donde se hicieron todas los principales actos y reuniones de Juan PabloII, entonces todos nosotros le rendimos un emocionado homenaje de "desagravio" que lo emocionó a él muchísimo, nombrándolo Arzobispo de la Catedral sin Muros del Exilio.

Todos, chilenos, argentinos y uruguayos, mas otros exiliados de toda América Latina, salvadoreños, haitianos, entonces también nicaragüenses, etc. Fue un acto muy bello, porque el fue un hermano religioso, siempre dispuesto a ayudar para todos los exiliados y todos los necesitados en México, en condiciones de una gran igualdad fraternal.

Ahora volvemos a rendirle homenaje. Yo he querido compartirlo con todos vosotros, porque el fue siempre un ejemplo de solidaridad, igualdad fraternal para todos nosotros y para los mexicanos, y además un gran defensor de la libertad.

Un abrazo muy grande y un beso,

Lila

NOTA DE MÁXIMO KINAST. Me adhiero, como ser humano y como ateo, a este homenaje póstumo a un hombre digno que -posiblemente- nunca comprendió que su religión es un negocio a favor de los muy ricos y se creyó eso de la solidaridad cristiana. Me adhiero también porque este homenaje me lo envía Lila, una compañera miembro del GAP de Allende, que tiene todo mi respeto y mi sincero afecto.